Huele a invierno en las copas de los árboles
y el tiempo es manso y largo
como las viejas penas.
El teatro de títeres está desmantelado
y Gorgorito duerme en el fondo de un saco.
Parques vacíos
y en los bolsillos las castañas locas.
Bancos mojados
y veredas alfombradas de hojas.
La estatua de la fuente
derrama un agua lenta
sobre el espejo verde.
No cantan pájaros.
Sólo alguna campana
dice que hoy es domingo.
Invierno desolado.
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