sábado, 8 de junio de 2013

BANDERA DE AUSENCIAS



En el patio no cantan las criadas, ya nadie canta en el trajín del día.

De la cuerda gastada pende un pantalón sin piernas. Lleva tendido ahí enfrente desde que nos mudamos a ésta casa, hace ya once años. La inclemente luz de Cádiz ha ido devorando su primer color y del azul apenas quedan restos desvaídos. Esa bandera de ausencias empaña de melancolía mi primera taza de café cuando me asomo al día que comienza.

Los días de levante, el pantalón sin cuerpo cobra vida y baila la danza del desasosiego retorciéndose en torno a la cuerda del tendedero.

Hoy decido no verlo. Huyo de la ventana porque temo que la soledad del pantalón sea sólo el reflejo de la que parece instalada tras los cristales sucios, donde quizá haya un hombre tendido sobre la cama, en calzoncillos, y con una mosca triste posada en los labios.

Nené Ortiz