martes, 17 de diciembre de 2013

Nadie

Vuelvo de la piscina. Las calles casi vacías y un viento que arremolina las hojas y las hace bailar. Mi cuerpo está cansado y mi mente acelerada. Una sensación de amenaza me acompaña la espalda, un nadie que me sigue y que desaparece si le nombro: Nadie, Nadie. Y es sólo soledad. Buenas noches.

  Fotografía: Mustafa Sabbagh

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