Mariví Peláez ha muerto debido a un cólico producido por las almendras garrapiñadas.
-¡Pues ya tuvo que comer almendras, oiga!
-Por lo visto más de cuatro kilos, o por ahí.
-Hay familias que llegan a esta vida a sufrir.
-¡Y usted que lo diga, doña Teresina!
La difunta Mariví, fue una niña que dio mucho que hablar porque nació
completamente negra y tardó en clarear lo menos cuatro años. Su madre le
daba friegas con estropajo de esparto y Blanco de España del que le
sobraba de las juntas de los baldosines y le cortaba de cuajo unas
greñas rizadísimas que no parecían pelo propio de la cabeza.
Entonces se cantaba mucho una letrilla que decía: "Qué pasa en el Congo,
qué pasa en el Congo, que al blanco que pillan, que al blanco que
pillan lo hacen mondongo". Si la cantábamos en su presencia, doña
Bárbara, la madre de Mariví, se alborotaba toda y nos mandaba a chiflar a
la vía.
Doña Bárbara tuvo también una muerte cruel porque la
partió un rayo cuando estaba haciendo aguas mayores bajo una higuera. El
verano siguiente llegó (como todos los años) el Circo Parisién y el
levantador de pesas 'El Africano' se acercó al cementerio a llevar unos
crisantemos a la tumba de doña Bárbara.
A veces en los pueblos pequeños ocurren cosas extraordinarias.
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